Patrimonio Ibérico – Centro histórico de Córdoba

Esta entrada es parte de una serie de artículos cortos sobre los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la Península Ibérica.  Puedes ver el resto de ellos aquí.

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3. Centro histórico de Córdoba
En mi opinión, Granada y Córdoba son los máximos exponentes de lo sublime que fue el arte en al-Andalus.  La capital del Califato Omeya de Córdoba fue la cúspide de la cultura morisca en la península, llegando a ser una verdadera metrópolis con cientos de miles de ciudadanos.  Para satisfacer las necesidades de culto religioso de esta gran urbe, se construyó y amplió una enorme mezquita, la cual hoy día es catedral y gema de los monumentos de Córdoba.  De hecho, en 1984 se inscribió solamente a la Mezquita de Córdoba en la lista de la UNESCO, y no fue hasta 1994 que se extendió a todo el centro histórico el título de Patrimonio de la Humanidad.

Cada vez que he visitado la Mezquita, no he podido dejar de pensar en lo impresionante que debería ser ver en aquel espacio a miles de fieles llevando a cabo el rezo del viernes.  Las dimensiones de la Mezquita son simplemente apabullantes.  Al ver estas fotos que tomé hace ya cuatro años, me han dado ganas de volver a visitarla.

Pero Córdoba no es sólo Mezquita.  Hay otros monumentos importantes, como el Puente Romano sobre el río Guadalquivir, o el Alcázar de los Reyes Cristianos.  Desde este Álcazar, los Reyes Católicos dirigieron la conquista de Granada y aquí fue donde recibieron a Cristóbal Colón para discutir su expedición a las Indias.  Precisamente, hay un conjunto escultórico que inmortaliza este suceso.

Invocando los recuerdos de mi última visita, casi puedo sentir el olor de los múltiples árboles de cítricos que inundan sus jardines, o el de los olivos que puntualmente los adornan.  Y no puedo evitar pensar en el delicioso salmorejo cordobés e imaginar su rica textura y lo refrescante que es con un poco de jamón por encima.  Sin duda alguna, el salmorejo es uno de los grandes reclamos de la ciudad para mí.

A cualquiera que no haya visitado nunca el sur de España, mi recomendación es no perderse el triángulo de Granada, Córdoba y Sevilla.  Son ciudades encantadoras, con una rica herencia histórica, y una gastronomía aún más rica.  Hmmmm, salmorejo…