Fotos de la semana Nº 3, 2014: Explorando Panamá con mi compadre

Siempre digo que me encanta recibir visitas, entre otras razones porque es una excusa perfecta para ponerme el sombrero de turista y explorar mi propio país.  Este año recibí la agradable visita de mi doble compadre francés (soy padrino de su hijo y él del mío), con quien recorrí el país desde la Ciudad de Panamá hasta las montañas de la provincia de Chiriquí, visitando todo lo que podíamos en el corto tiempo que estuvo con nosotros.

Nuestras visitas más destacadas fueron el fuerte San Lorenzo, el centro de visitantes de la ampliación del Canal de Panamá, las tierras altas de Chiriquí, e isla Coiba.

El fuerte San Lorenzo es una de las fortificaciones que la corona española construyó en el istmo para proteger la lucrativa ruta por la cual pasaban todos los tesoros de Suramérica en su camino hacia la península Ibérica, y que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad en 1980, si bien en 2012 lo puso en su lista de patrimonio en peligro.  Muy cerca del mismo se encuentra el centro de visitantes de las esclusas de Gatún del Canal de Panamá (de hecho hay que cruzar las esclusas para ir a San Lorenzo) y el centro de visitantes de la ampliación del Canal de Panamá, donde se puede contemplar la construcción del tercer juego de esclusas del lado Atlántico, así como aprender más sobre este megaproyecto.

Las tierras altas de Chiriquí ofrecen alguno de los parajes más bonitos del país: montañas cubiertas de bosques, cultivos de fresas y otras hortalizas y frutas, y ríos por doquier con pintorescos puentes de cuerda atravesándolos.  Es uno de los lugares donde más oferta hay de turismo activo y de aventura: rafting, barranquismo, senderismo, etc.  Nosotros aprovechamos nuestra visita a Cerro Punta para beber un delicioso batida de fresas frescas, la cual es una fruta que solamente crece en esta parte del país al ser la que cuenta con temperaturas más bajas.

En nuestro camino a la isla de Coiba pasamos por la carretera entre Guabalá y Soná, recién construida, desde donde se aprecian unas espectaculares vistas del Pacífico, como la de la foto que hicimos desde Quebrada de Piedra.

Por último, la visita más esperada en nuestro cronograma era la del parque nacional Coiba.  Esta isla fue una prisión hasta el año 2005, un lugar al cual ningún panameño quería ir.  Hay historias de terror de la época de la dictadura, pero gracias a esto, se ha conservado muy bien el área de la isla y el parque marino que la rodea.  Nuestra meta era ver tiburones ballena, que en esa época del año visitan sus aguas, pero no tuvimos suerte.  Nos queda pendiente regresar, hasta que los veamos. 🙂

Ahora espero la siguiente visita de mi doble compadre, con quien es siempre más placentero explorar Panamá.

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