El problema del respeto en Panamá

El problema del respeto en Panamá
16/07/2014 10 comentarios Personal Carlos V. Ho Diéguez

Esta mañana, mientras esperaba a que el empleado de la caja de una gasolinera terminara de preparar una factura para otro cliente para que me atendiese, un individuo se acercó a la caja, ubicándose justo enfrente del cajero, como para que se diese cuenta de que estaba ahí, esperando.  Se le notaba cierta impaciencia, e inmediatamente supe que intentaría colarse.

Tras esperar unos cuantos segundos, se inclinó hacia el empleado y le dijo —30 dólares en la dos.  Yo le indiqué, respetuosamente, que estaba primero en la fila, a lo cual me contestó en mal tono que solamente lo había dicho para que el cajero lo supiera.  Le respondí que aún así, yo estaba primero en la fila.

Lo siguiente que hizo fue preguntarme si yo ya había echado gasolina a mi auto, y como le respondí que no, triunfalmente me contestó que él sí, como si eso cambiase algo, con lo cual seguí con mi posición: yo estaba en la fila primero.  Haciendo gestos de disgusto mientras decía cosas restando importancia a mis palabras, me dejó entender que me había comprendido pero que no estaba de acuerdo con mis actos.  Como yo estaba esperando y no tenía más nada que hacer, y me sentía bastante molesto, simplemente me quedé mirando a este irrespetuoso a la cara, mientras él esquivaba mi mirada.  Cada vez que me veía mirándole, hacía más gestos y muecas de disgusto, claramente incómodo con mi mirada, hasta que finalmente dejó de ignorarme y habló.
—¿Entonces, qué pasó? —dijo de una manera bastante agresiva.
—No pasa nada —le respondí, mientras seguía fijando mi mirada sobre él.
—¡Yo estoy tranquilo!
—Yo también estoy tranquilo.

A partir de allí hubo silencio y malos gestos de parte de este personaje hasta que el empleado de la gasolinera terminó lo que estaba haciendo y me atendió.  Mientras repostaba, vi cómo volvía a su auto, me miraba de malas maneras, y se iba.

Desde que volví a Panamá en septiembre del 2013, he vivido muchas experiencias similares, que siempre me hacen entristecer y meditar sobre el tema.  En este maravilloso país existe un gran problema de educación, no académica, sino de esa que empieza en casa y que implica aprender a respetar a los demás, a cuidar las cosas, a entender que nosotros no somos la única persona importante y que definitivamente el mundo no se debe postrar a nuestros pies.

En Panamá, la mayoría de la gente parece creer que son los únicos con prisa y que los demás pueden (y deben) esperar.  Las filas no se respetan, tanto filas de personas como de automóviles, y las maniobras que los conductores realizan para saltarse las colas en el tráfico son realmente temerarias, incluso conduciendo en sentido contrario cuando vienen autos de frente.  Y en general, algo que me molesta y entristece mucho es que cuando les indicas que lo que están haciendo está mal, se molestan y se indignan, se ponen agresivos, algunos te insultan, y no dudo que algunas personas podrían llegar a los puños por esto.  Al final, parece que el que obedece las reglas y respeta a los demás, y no titubea en abrir la boca cuando ve que le están faltando el respeto es el que está haciendo las cosas mal.

Sin embargo, ¿cómo podemos corregir esto?  Está claro que el cambio debe venir desde la educación y el ejemplo que dan las familias.  Pero está tan arraigada esta forma de hacer las cosas, que seguimos en un círculo vicioso en que los padres siempre enseñan a sus hijos a saltarse las reglas y sentirse orgullosos de ello, y estos hijos al crecer darán el mismo ejemplo a su progenie.  Así pues, podemos descartar que este cambio cultural vaya a darse sin otro tipo de acción previa.  Natalie me decía que por este motivo el cambio debería iniciarse en las escuelas; sin embargo, en las mismas el enfoque está en lo académico, y tratar de inculcar a los niños este respeto por los demás probablemente significaría preparar incluso al personal de las cafeterías escolares para que no permitan actitudes descorteses, lo cual sería bastante costoso, y no sé qué tan efectivo.

Yo honestamente no sé cuál podría ser la solución, y me pregunto si hay algún ejemplo de otro país que haya luchado contra esto con éxito.  Imagino que los países europeos, donde hay en general una bastante buena educación, habrán tenido que pasar por algo similar, pero seguramente habrá sido una evolución de cientos de años.

¿Tú qué opinas?  ¿Se te ocurre alguna manera de mejorar la educación en los hogares?  ¿Conoces de alguna historia exitosa sobre esto?

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  1. 1

    Marisela

    Me uno a sus sentir y la verdad a mi también me da tristeza sobre esta conducta. Pienso al igual que usted que los valores salen del hogar, es allí donde se inculca y se amolda la conducta… nos hace falta mucha paciencia, tolerancia y amor entre nosotros en Panamá…Gracias por comentar sobre ese sentir!

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    1. 1

      Carlos V. Ho Diéguez

      Hola Marisela,
      Gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo, nos hace falta más paciencia, tolerancia y amor, y como dije en el artículo, respeto a los demás. Si tan solo aprendiéramos que no somos el centro del universo y respetáramos a los demás, las cosas mejorarían muchísimo…

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  2. 1

    María Eugenia Cruz.

    Lamentablemente es así como usted lo analiza. Yo vivo en México desde hace 19 años, cada vez que voy a Panamá es la misma situación, las malas palabras, gestos obscenos, y una actitud de mercer todo al momento. Mucho antes de salir de Panamá, me tocó ver la actitud déspota que tienen hacia los chinos que tienen su tienditas. Yo me preguntaba: por qué tratarlos comos i fueran éstos sus jefes, cuando son ellos quienes trabajan…? Ahora lo puedo responder, y puede que sus interrogantes también…
    El extranjero ve a Panamá como un billete (y en dólares, nada mal…!!); el panameño (me imagino) considera que le está haciendo un «favor» al extranjero al quedarse y dejarlo «trabajar» en el país. No señores, no es un favor, favor están haciendo ellos al trabajar lo que el panameño no quiere hacer; lamentablemente éste hecho ha hecho que el país sea más caro, que los panameños tengan que hacer lo imposible por mantener sus raíces ante tantas arepas y siliconas; y lo que es peor, la frase Pro Mundi Beneficio de nuestro escudo es para los extranjeros, y el mismo panameño lo está dejando. Siendo panameña me han tratado como extranjera, y hasta porque una chica sin fijarse, porque va balbuceando, caminando y mirando hacia atrás (increíble!), se tropezó conmigo, y todavía tenía que ser y quien pidiese disculpas???? La educación no se limita solo en casa, es en todos los ámbitos que se necesita, lo que no te enseñan en casa, será en la escuela (allí se refuerza), porque las buenas costumbres no son solo para la casa, es para nuestro vivir diario, nuestro entorno; sino la vida te lo enseñará de la peor manera. Una persona que no tiene (no educación, modales) se le notará al salir de su país… Aún estamos a tiempo, sino ya no habrá Panamá para los panameños, será un Panamá para los extranjeros, y éstos harán que paguemos… de por si…!

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    1. 1

      Carlos V. Ho Diéguez

      Hola María, bienvenida al perro viajante.
      Totalmente de acuerdo en que la educación es en todas las áreas de la vida, pero creo que es súper importante que se empiece por la casa. En ninguna escuela enseñan a ser una persona respetuosa y con valores tan bien como los padres mismos.

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  3. 1

    José

    Totalmente de acuerdo y lastimosamente ss nuestra triste realidad, pero sabes lo más cómico? Estas mismas personas que son inpacientes, irrespetuosos e intolerantes cuando están en otro país se comportan totalmente diferente y cuando regresan a Panamá regresan a su estado natural y no tiene nada que ver el status ni clase social. Me pregunto por qué allá sí y acá no.

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    1. 1

      Carlos V. Ho Diéguez

      Hola José, bienvenido al perro viajante.
      Mencionas algo que siempre me he preguntado. Una gran cantidad de nuestros supuestos líderes han llevado a cabo sus carreras universitarias en prestigiosas universidades en el extranjero, en sociedades más educadas y desarrolladas que las nuestras, y sin embargo, al tomar las riendas de nuestro país, siguen con las mismas malas prácticas que nos mantienen viviendo en un estado de corrupción y de poca cultura.
      De igual manera, los arquitectos, ingenieros civiles y planificadores urbanos a cargo de nuestras ciudades han estudiado en el extranjero o han visitado otros países con mejores infraestructuras, y aquí en sus labores siguen con el status quo, desarrollando urbanizaciones y áreas comerciales sin control y sin prestar atención a las vías de comunicación hacia estas áreas, lo cual conlleva, inevitablemente, a más tranques.
      Sé que soy idealista, pero me gustaría que esta gente tratase de poner en práctica todas esas cosas que han visto o aprendido en el extranjero, pero el dinero y la corrupción son los que mandan.

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  4. 1

    Freddy Larrier

    Buenisimo el articulo la verdad es que esta es la triste realidad de nuestro bello Panama. Estoy totalmente de acuerdo con Marisela. Lo que hace falta es AMOR, el tipo de amor que genera paciencia, tolerancia, respeto y muchos otras cualidades…

    Si empezamos a cultivar ese tipo de amor me atrevo a decir que los hijos de nuestros hijos veran los resultados de este esfuerzo.

    Saludos y exitos

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    1. 1

      Carlos V. Ho Diéguez

      Hola Freddy, bienvenido al perro viajante, y muchas gracias por tu opinión positiva sobre el artículo.
      El problema que veo está en cómo conseguir que la mayoría de los panameños inculquen eso. Está claro que tenemos una cultura que va en contra de eso, así que tiene que haber algún tipo de solución que nos ayude a atacar el problema de raíz, a nivel nacional. Por cada padre que inculca estos valores en sus hijos, hay 100 que inculcan los antivalores del juega vivo.

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  5. 1

    Carmen

    Por lo q pude leer, al que hay que felicitar fue al de la bomba que no se dejo amedrentar y te atendio a ti primero. Asi es un metodo de eneñanza.

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  6. 1

    francisco

    hayq ue hacer muchas cosas, a mi me gustaria eliminar algunas palabras del lexico popular que influyen…en la descortesia del dia a dia….por ejemplo al saludar que pasooo!!! o entonces???? o cuando???? o quesopa????? tambien eliminaria la palbara NO SE PUEDE….y PEREZA….que perezaaa!!! dice la gente con orgullo….como si fuera algo bueno….a eso le se suma los movimiento de manos al hablar……todo eso lleva a la groseria… a los ninos en casa a que aprendan a decir buenos dias cuando lleguen a un lugar….la regla universal es que el que llega SALUDA o al reves…. a decir siempre GRACIAS y a despedirse…etc….para los que les parezca bien pueden aplicarlo en casa con sus hijos. saludos

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