Hay algunos carteles que llaman la atención, e incluso llegan a hacernos sonreír. Es el caso de unos que vi este verano cuando visité Singapur. Estaban en los alrededores de la Catedral de San Andrés.




Lo cierto es que en el mundo tecnológico en el que vivimos, quizás esta sea una buena manera de llegar a la gente. Al menos a mí me hizo prestarles atención. 🙂
Muy interesantes!
¡Gracias por el comentario, Silvia!
Jajaja, pues sí que son interesantes. Mis compañeros y yo no pudimos evitar pararnos a ver estos carteles con detenimiento.